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Juego de las Estrellas con nuevo sitio web

El Juego de las Estrellas cumplirá 25 años y por ese motivo presenta un nuevo sitio web, en el que además de informarte sobre lo que sucederá en la 25º edición, te hará revivir a través decontenidos audiovisuales y un archivo fotográfico inédito, los momentos más destacados de la historia de un evento que ya es un clásico del básquet nacional.

El sitio contiene más de 700 fotos, más de 100 videos y material exclusivo de las veinticinco ediciones, desde aquel primer Juego disputado en 1988 hasta la actualidad.

El sitio web adquiere mayor importancia por ser el único canal oficial para que los aficionados elijan a los equipos que participarán del Juego de las Estrellas a través de la VOTACION. En esta ocasión, presenta como novedad la oportunidad para cualquier persona mayor de 18 años, pueda participar deTorneo de Volcadas mediante el concurso DESAFIO VOLCADAS.

Además del recorrido histórico, la web cuenta con una renovación pensada para los fanáticos que podrán informarse y disfrutar del Juego también por las redes sociales Facebook y Twitter.

Con el objetivo de renovarse año tras año, la Asociación de Jugadores presenta este nuevo medio de comunicación para que todos sean parte de un evento deportivo, que combina desde hace veinticuatro ediciones la competencia y el entretenimiento.

Seguinos en Internet: www.juegodelasestrellas.com.ar

En Twitter: www.twitter.com/JdelasEstrellas

En Facebook: www.facebook.com/JuegodelasEstrellas

En You Tube: www.youtube.com/JuegodelasEstrellas

Fuente: Prensa AdJ

El corazón pudo más: 9 de Julio sigue en Liga Nacional

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Que pasó un año plagado de turbulencias, no quedan dudas. Que deberá mejorar infinidad de cuestiones es una certeza. Pero nada podrá empañarle la fiesta. ¿Una fiesta por esquivar el descenso, luego de una temporada muy floja? Así es: 9 de Julio de Río Tercero debe festejar a lo grande su triunfo ante Quilmes (3-1) en la serie por la permanencia. Y, con él, todo el básquet cordobés.

Motivos para descorchar, más allá de todos sus padecimientos, le sobran. Con el corazón y una entrega innegociable como principales argumentos, “el Patriota” le puso el pecho a las balas y mantuvo una plaza basquetbolística hermosa para los fanáticos cordobeses de la pelota naranja. Un dato es contundente: por segunda vez en la historia, Córdoba tendrá dos equipos en la máxima categoría en tres temporadas consecutivas (antes, fueron Atenas y Asociación Española, de 1985 a 1987).

El hecho debe celebrarse. Más aún, teniendo en cuenta que se consiguió a partir de un equipo con firmes raíces mediterráneas, que contó con seis jugadores mayores nacidos en la provincia. Gastón Torre, Diego Gerbaudo, Gastón Luchino, Martín Melo, Emiliano Martina y Pablo Orlietti lucharon contra viento y marea para dejar ahí, bien arriba, al elenco riotercerense. Con mejores y peores rendimientos, pero siempre dándolo todo, al igual que los más que integrados foráneos Jaz Cowan, Sam Clancy y Josimar Ayarza.

A ellos se sumó, en el momento justo, el hombre clave para la permanencia. Cuando el barco amenazaba con hundirse y la crisis dirigencial-deportiva se agigantaba, Sebastián González, el entrenador más importante de la historia del club, regresó para tomar el mando y llegar a buen puerto. Apelando, precisamente, al juego colectivo y la garra nacional (revitalizó, sobre todo, a Torre, Luchino, Martina y Gerbaudo), el DT regaló seis victorias en los últimos siete encuentros y consiguió el objetivo primordial.

Sin esa “tonada cordobesa” en el plantel, el sentido de pertenencia y la altísima química grupal -traducida en pasión por la camiseta- hubiesen sido imposibles de lograr. Quizás, esa fue la principal diferencia con su rival marplatense: Quilmes nunca logró tener un equipo sólido y deberá volver a empezar desde abajo.

Claro que las cuestiones para replantear son muchas. Soportar un año más con numerosos problemas y chispazos internos parece insostenible. En lo estrictamente deportivo, se descuenta que el presupuesto seguirá siendo acotado, aunque no deberá ser una excusa para intentar dar un salto de calidad y mejorar un récord general de 30 derrotas y apenas 18 victorias. La clave estará en ajustar la elección de los posibles refuerzos, sin desmontar una estructura apoyada en el sacrificio diario de dirigentes, técnicos y jugadores. El fiel público de Río Tercero, y toda una provincia que respira básquet, estarán agradecidos.

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> Fotos: Gentileza Demián Schleider / Infoliga.com.ar

9 de Julio ganó en Mar del Plata y logró la permanencia

El último aliento. 9 de Julio metió un triunfazo en Mar del Plata y jugará un año más en la máxima categoría.

Objetivo cumplido y con creces. 9 de Julio se queda en la Liga Nacional y mantiene la alegría del pueblo “Patriota”. La victoria de anoche significó la ventaja en la serie con Quilmes 3 a 1 y la permanencia en la elite del básquet nacional.

En un partido que supo controlar y manejar con un buen trabajo en conjunto, característica que lo mantuvo entero hasta en los peores momentos, 9 de Julio venció a Quilmes por 82 a 74 y abrochó su permanencia en Liga Nacional. «El Patriota» mostró un excelente primer tiempo y tuvo que pelearla en un complemento parejo que, esta vez, supo definir. Gastón Luchino, sin dudas, fue la figura de la noche con 20 puntos (4 de 5 en triples), 4 rebotes y 4 asistencias.

Desde el inicio, “9” mostró por qué se iba a encontrar con una victoria de Mar del Plata. Con un Jaz Cowan encendido, sacó una buena ventaja en el primer cuarto y, a falta de 4 minutos para el cierre, el parcial era de 14 a 7 a su favor, con 7 puntos del ala-pivot foráneo. A partir de una ofensiva certera y una defensa férrea, pudo aprovechar los errores del local y escaparse (24-18).

Sin embargo, en el segundo período entró en escena Cedric Moodie para darle un respiro al «Cervecero». Con 10 tantos en el parcial puso a su equipo a tiro nuevamente, y producto de un triple de Facundo Piñero a falta de 1 minuto, el marcador quedó igualado en 36, pero Sam Clancy y un bombazo de Luchino devolvieron la ventaja a los cordobeses antes del descanso largo (43-38).

En el regreso al campo de juego, Quilmes hizo ilusionar a su gente, se adelantó en el tanteador en algunos pasajes del cuarto, pero varias pelotas perdidas y la efectividad de Luchino, anotando dos triples más, le dio a 9 de Julio un parcial de 12 a 3 para quedarse con el tercer cuarto (63-56).

En los últimos 10 minutos, Quilmes intentó, pero tropezó con sus limitaciones, con el nerviosismo y toda la presión que tenía encima. Clarence Matthews y Phillip Mc Hopson empezaron a jugar el partido que se esperaba de ellos, pero no alcanzó. “El Patriota”, con un Clancy dueño de los rebotes en ambos tableros (bajó 8) y autor de 14 puntos, y la efectividad de Luchino y Cowan, estableció una ventaja que varió entre los 7 y 8 puntos para cerrar la serie con autoridad y quedarse en la máxima categoría una temporada más. Para Quilmes quedó el sabor amargo  de un nuevo descenso, el tercero en su historia.

SÍNTESIS

Quilmes (74): Nicolás Ferreyra 10, Phillip Mc Hopson 18, Gregorio Eseverri 2, Axel Weigand 4, Clarence Matthews 20 (FI); Louis Truscott 5, Cedric Moodie 10, Facundo Piñero 5. DT: Roberto Martínez.

9 de Julio (82): Diego Gerbaudo 10, Gastón Luchino 20, Josimar Ayarza 14, Jaz Cowan 14, Sam Clancy 14 (FI); Gastón Torre 2, Emiliano Martina 6, Pablo Orlietti 2. DT: Sebastián González.

Parciales: 18-24; 20-19; 18-20; 18-19.

Árbitros: Alejandro Ramallo, Roberto Smith y Fabricio Vito.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata).

> Foto: Diego Berrutti / Ligateunafoto.com

9 de Julio quedó a un triunfo de la permanencia

A su entrega innegociable, Gastón Torre le agregó puntos en los momentos más calientes.

El festejo final lo sintetizó todo: a este equipo, que llegó rodeado de problemas a la temible lucha por permanecer en la máxima categoría, sólo le importa ganar como sea. ¿Que jugó mal? Puede ser. ¿Que “zafó” de la derrota? Sí, una y otra vez. ¿Que se benefició con un fallo polémico de los árbitros en el final? Sin lugar a dudas. Pero nada de eso pudo arruinarle la fiesta. Y no era para menos: con el corazón como principal argumento, 9 de Julio superó en un cierre agónico a Quilmes por 72 a 70 y puso la serie por la permanencia 2-0. Gastón Torre, un guerrero digno de las mejores películas de acción, fue el hombre de la noche gracias a sus apariciones en los momentos más calientes.

Tal como se preveía, el inicio del encuentro ya no iba a ser tan cómodo para “el patriota”. Mostrando una actitud defensiva muy diferente a la del juego que abrió la serie, el conjunto marplatense cerró su aro, provocó pérdidas y bajó muchísimo la efectividad del local (en 5 minutos, lanzó 3/10 de campo), lo que le permitió correr el contragolpe y llegar al aro con suma facilidad para escaparse y renovar su ilusión (17-7). Ante la falta de respuestas -sobre todo defensivas-, Sebastián González movió el banco y encontró la solución rápidamente. Torre y Martina reemplazaron a los erráticos Cowan y Ayarza y, con un perímetro “petiso” (quedaron Gerbaudo y Luchino) y la efectividad de Clancy (brilló en el arranque; totalizó 12 puntos más 9 rebotes), llegó el parcial de 12 a 2 que emparejó la cuestión (19-19). En el segundo, “9” confirmó esa remontada: mediante los bombazos de Gerbaudo y las “guapeadas” de Torre (9 puntos, tres recuperos, dos rebotes y una tapa), se alejó más que nunca (39-30) y pudo estirar, pero un triplazo sobre la chicharra de Mc Hopson (más enchufado que el martes, fue el goleador con 24) dejó todo abierto (40-35).

En el complemento, la influencia del nerviosismo y la presión alcanzó su pico máximo. Mientras más minutos transcurrían, más crecía el dramatismo, lo que se tradujo en equivocaciones, baja eficacia y cambios constantes en el liderazgo. Así, hasta llegar a un cierre para el infarto. Aprovechando los recuperos de Torre, Gerbaudo facturó (esencial con 19 tantos) y el dueño de casa volvió a escaparse (66-59, a 5m6s). Sin embargo, la dupla Hopson-Matthews (40 puntos entre ambos) hizo añicos la diferencia en un ratito y paralizó Río Tercero (70-70, a 39s). A continuación, Clancy tomó un rebote ofensivo, recibió la falta y anotó un simple para dar paso a la jugada decisiva: con 16 segundos en el reloj, Ferreyra quedó solísimo frente al aro y erró un triple que, excepto un milagro, hubiese regalado la victoria al «Cervecero». Pero la tensión no terminó ahí. Cowan también falló uno desde la línea (72-70, a 14s) y Weigand, desde el mismo sitio, desperdició uno y lanzó a errar el otro. En el rebote, la pelota se le escapó de las manos al interno ex Quilmes tras un roce con Matthews y los jueces tomaron la decisión más polémica de la serie: con 2 segundos por jugar, dieron la reposición para “9” y, entonces, se desató la celebración del pueblo “Patriota”. Si el próximo miércoles logra dar el golpe de nocaut en Mar del Plata, su fiesta será completa.

SÍNTESIS

9 de Julio (72): Diego Gerbaudo 19, Gastón Luchino 4, Josimar Ayarza 8, Jaz Cowan 8, Sam Clancy 12 (FI); Gastón Torre 9, Emiliano Martina 10, Pablo Orlietti 2. DT: Sebastián González.

Quilmes (70): Nicolás Ferreyra 10, Phillip Mc Hopson 24, Gregorio Eseverri 2, Axel Weigand 5, Clarence Matthews 16 (FI); Cedric Moodie 4, Louis Truscott 7, Facundo Piñero 2. DT: Roberto Martínez.

Parciales: 9 de Julio 19-19 Quilmes; 21-16 (40-35); 16-18 (56-53); 16-17.

Árbitros: Daniel Rodrigo, Fernando Sampietro y Fabio Alaniz.

Estadio: José “Gordo” Albert.

> Foto: Ligateunafoto.com

9 de Julio dio el primer paso por la permanencia

Gastón Torre, una vez más, fue un guerrero que aportó en todos los rubros para el «patriota».

Poco le importará el bajón y el susto en el final. Poco y nada. Porque consiguió lo que más quería, lo único relevante en una lucha que será para el infarto hasta el último instante: después de derrochar una ventaja de 26 puntos, 9 de Julio de Río Tercero se recuperó a tiempo para superar a Quilmes por 82 a 71 y meterse en el bolsillo el primer punto de la serie por la permanencia. Gastón Luchino y Jaz Cowan, con 23 puntos cada uno, fueron las figuras de un encuentro rodeado de color y emoción.

Decidido a hacer pesar la ventaja de campo desde bien temprano, “el Patriota” salió hecho una fiera en los dos costados y tuvo un arranque soñado. Cerca de su aro, apretó y anuló las vías de gol de la visita a partir de dos actuaciones claves: la marca de Clancy sobre Matthews (el pivot apenas anotó 5 en la primera mitad) y la presión asfixiante, al límite, de Luchino sobre Hopson (sólo 4 puntos). A eso se sumó un equipo solidario, que dobló marcajes y no perdió la concentración durante los diez minutos iniciales. En el otro canasto, la efectividad fue apabullante. Cuando atacó estacionado, distribuyó la pelota con precisión (Gerbaudo regaló 12 asistencias) y castigó de tres. Cuando pudo correr la cancha, fue letal y se floreó, principalmente con sus foráneos (totalizaron 43 tantos). Un dato sintetiza ese primer cuarto demoledor: en el último minuto, “Seba” González mandó a la cancha a Reinaudi y Domínguez y los juveniles respondieron con dos robos que desembocaron en contragolpes para sacar dos decenas (31-11).

La misma tónica, aunque con alguna meseta de por medio, continuó en el segundo período. Si bien la eficacia del local no fue la misma, la intensidad defensiva le permitió sostener la ventaja, ante un conjunto marplatense que sólo mostraba el coraje de Eseverri y algunas apariciones de Truscott. Por eso, la diferencia se mantuvo hasta el descanso (42-24).

Apenas regresó del vestuario, “9” amenazó con definir la historia: Luchino y Cowan se combinaron para meter un parcial de 8 a 0, establecer la máxima ventaja (50-24) y dejar al borde del nocaut al «Cervecero». Incluso, en señal de protesta, algunos de sus hinchas bajaron las banderas y se retiraron del estadio. ¿Todo resuelto? Ni cerca. Luego de tocar fondo, “Beto” Martínez apostó por la garra nacional y le añadió la dupla Truscott-Matthews en ofensiva. Así, fue limando la brecha hasta ponerse en juego al cabo del tercero (61-48).

Sorprendido y sin respuestas frente a la reacción quilmeña, 9 de Julio paralizó los corazones de un público que no había dejado de celebrar lo que, hasta allí, era una demostración de básquet. Eseverri siguió corriendo y anotando (finalizó con 18), Matthews (líder con 19) se volvió imparable y Sciutto, casi borrado en el primer tiempo, ordenó y comandó desde la experiencia la remontada del «tricolor», que redujo la distancia a seis unidades (71-65, a 3m55s). Pero dos factores lo dejaron sin combustible. Uno, la quinta falta de su pivot extranjero. Otro, la gravísima lesión que obligó a dejar la cancha en camilla a Sciutto (rotura de peroné y ligamento del tobillo derecho). A partir de entonces, los riotercerenses recuperaron la tranquilidad en el marcador y, mediante simples, sellaron el triunfo. El jueves, en el mismo escenario, tendrá lugar la segunda batalla.

9 de Julio (82): Diego Gerbaudo 7, Gastón Luchino 23, Josimar Ayarza 11, Jaz Cowan 23, Sam Clancy 9 (FI); Gastón Torre 4, Emiliano Martina 3, Pablo Orlietti 2, Leandro Masieri 0, Lucio Reinaudi 0, Matías Domínguez 0. DT: Sebastián González.

Quilmes (71): Nicolás Ferreyra 3, Phillip Mc Hopson 4, Cedric Moodie 5, Axel Weigand 0, Clarence Matthews 19 (FI); Gregorio Eseverri 18, Facundo Piñero 5, Louis Truscott 9, Germán Sciutto 8. DT: Roberto Martínez.

Parciales: 31-11; 11-13; 19-24; 21-23.

Árbitros: Pablo Estévez, Diego Rougier y Mario Aluz.

Estadio: José “Gordo” Albert.

> Foto: Ligateunafoto.com

Atenas se desinfló al final y cayó ante Peñarol

Kyle Lamonte volvió a ser el jugador desequilibrante que Peñarol extrañaba (Foto: Demián Schleider / Ligate una Foto)

Fue uno de esos partidos en los cuales las sensaciones son ambiguas. Y no hay dudas: una de ellas es la decepción. Después de dominar al bicampeón durante casi todo el juego, y de mostrar un rendimiento colectivo por demás interesante, Atenas se desinfló en el último cuarto y se quedó con las manos completamente vacías. ¿Pero no vale mirar la mitad del vaso lleno y pensar que durante más de tres cuartos mostró muchas virtudes en ambos costados, en una cancha en la que no gana por Liga Nacional desde hace casi tres años? Sería injusto que la derrota tape todo el bosque y no quede nada de positivo. Eso sí: en lo númerico, la caída 81-75 dejó al equipo conducido por “el Che” García colgado apenas de las matemáticas en su ilusión de meterse directamente en cuartos de final.

Para los cordobeses, el comienzo no pudo ser mejor: con la conducción de Lábaque (manejó los hilos, le sacó dos rápidas faltas a Campazzo y además metió 5 puntos en el primer cuarto), la presencia de Lloreda en la pintura (activo en ambos costados: 9 puntos y 3 rebotes en los 10 minutos iniciales) y un triple de Rivero sobre la bocina, el verde cerró el primer cuarto con ventaja de nueve: 24-15.

Un triple de Melvin, apenas arrancó el segundo cuarto, estiró la diferencia a 12 (27-15) y la llevó a 15 (33-18) con un mix que incluía una muy buena defensa, goleo repartido y mucha determinación ofensiva. Lamonte, que venía en baja y podía ser cortado, mostró que tenía todas las ganas de quedarse en “Peña” y sumó 12 unidades para limar la diferencia antes de cerrar el primer tiempo 48-39 a favor del Griego.

Una volcada de Humphrey dejó a Atenas 55-45 pero el equipo del “Oveja” Hernández inició su despegue luego de una falta técnica a Lábaque: Safar anotó los dos libres, Campazzo metió un triple y Safar también castigó desde la medialuna, para un parcial de 8-0 que dejó el marcador 55-53, para quedar a tres al cierre del tercer segmento (66-63 al frente Atenas).

El impulso ateniense duró poco más. Con la dupla Ibarra-Lamonte como punta de lanza, el local metió una seguidilla de ocho puntos y se fue arriba 74-70, mientras Atenas era un nudo en ofensiva y no encontraba ni cómo atacar ni cómo reducir sus pérdidas. “El Lata” dejó el tablero 77-74 y Leiva, que había sido tapado por Humphrey, tomó el rebote y metió la estocada que faltaba (doble letal, para poner el 79-75) para liquidar lo que quedaba de las esperanzas griegas.

Los cordobeses Lábaque e Ibarra, dos hombres determinantes en el partido. (Foto: Demián Schleider / Ligate una Foto)

SÍNTESIS

Peñarol (81): Facundo Campazzo 7, Kyle Lamonte 15, Marcos Mata 19, Leonardo Gutiérrez 7 y Martín Leiva 9 (FI); Matías Ibarra 11, Selem Safar 9, Alejandro Reinick 2 y Pablo Barrios 0. DT: Sergio Hernández.

Atenas (75): Bruno Lábaque 17, Matías Lescano 3, Mariano García 4, Marcus Melvin 16 y Jaime Lloreda 12 (FI); Facundo Sucatzky 2, Juan Manuel Rivero 9, Ryan Humprey 12 y Agustín Jure 0. DT: Néstor García.

Parciales: 1° cuarto, Peñarol (Mar del Plata) 15-Atenas 24; 2°, 39-48 (24-24); 3°, 63-66 (24-18); 4°, 81-75 (18-9).

Árbitros: Fernando Sampietro y Javier Mendoza.

Cancha: Polideportivo Islas Malvinas (Mar del Plata).